domingo, 14 de junio de 2015

Empanada de espinacas light de Bego

Bego, cuando te conocí, recuerdo que te asocié con mis bocadillos:  empanada = pan.  “Se dedica a lo mismo que yo, ¡qué le vamos a hacer!”,  pero he de decir que disfruté de tu compañía en la mesa  y hasta de algún cigarrito en la calle.

Creo recordar que éramos los únicos fumadores de tan sano grupo. También hemos intercambiado algún que otro secretito culinario  así que me sabe muy mal que hayas abandonado ese magnifico blog aunque sea temporalmente.

Como bien relatas en tu blog. tu relación con las empanadas empezó vía materna, como la mía, y de pequeños faltaría más, aunque la diferencia es que tu te las comías  y yo casi las odiaba por que me tocaba madrugar antes de ir al cole para ayudar a mi madre chafando las bolitas de masa. Pero coincidimos en que al igual que en tu casa, en la mía no hay reunión familiar sin empanadas.

Bueno. pues como lo primero que miré en tu blog fueron las empanadas,   he buceado y he vuelto a dar con tu empanada light de espinacas con pavo, que yo siguiendo la tradición familiar he transformado un poco y la he hecho como la que hacia mi madre en el horno pero, eso si, integral como la tuya así es que aquí estamos con “la empanada de Bego”.

Esta empanada estaba tan buena que recuerdo como los viernes venia un padre capuchino del convento que hay en Cirilo Amorós a por una docena de empanadas (ya que los viernes para atender el ayuno y la abstinencia los religiosos solo se permitían una de éstas para la cena), pero mi madre hacía una de prácticamente dos bocados para fray Guillermo, el encargado de recogerlas. Él, a pesar de sus reticencias, acababa sucumbiendo a los ruegos  y consejos de mi madre:: “No es pecado fray Guillermo que también se sacrifica usted viniendo a por ellas”. Y con un vaso de agua  y dándole las gracias por el detalle, se la tomaba.


INGREDIENTES:
Con estos ingredientes me han salido 25 empanadillas de las pequeñas:
                          
Para la masa:

- 2 vasos de cortado de aceite
- 2 vasos de cortado de cerveza a temperatura ambiente y que no esté desventada ya que va a actuar como levadura
- 1 cucharadita de sal (de las de café)
- Harina integral, sobre 400 gramos, aunque es a demanda hasta que la masa quede blanda para trabajar si bien  podremos rectificar su textura con harina o cerveza.


Para el relleno:

- 4 o 5 manojos de espinacas frescas o un paquete de 400 gr. de las congeladas, que previamente habremos escurrido bien de agua.
- 1 cebolla mediana.
- 1 puñado de piñones
- 1 lata de atún en aceite de oliva
- 1 huevo duro
- 2 o 3 dientes de ajo


PROCESO

En un bol  ponemos la cerveza, el aceite y la sal. Amasamos a mano hasta que todo está bien mezclado, ( Mon Dieu!!, si tengo la amasadora del Lidl sin estrenar) añadiendo la harina, sin parar de remover.

Cuando espese y se pueda formar una bola podremos trabajarla en el banco de cocina sin enharinar necesariamente ya que con el aceite no se pegará. Amasaremos hasta que consigamos una textura cómoda para trabajar, que no se nos pegue en las manos y que parezca plastelina muy blandita pero que se rompa al estirarla, como explica perfectamente Bego en su empanada.

No debe tener exceso de harina, la masa debe tener la consistencia justa para poder hacer figurillas con ella.  Llegados a éste punto amasaremos un cilindro alargado y cortaremos haciendo las bolas y dejándolas reposar mientras preparamos el relleno. Si la harina no es integral, utilizad una harina floja tipo 00  para que las empanadas no encojan al hacerlas o se abran después de rellenarlas o con la cocción.

Preparación del relleno:

Ponemos a cocer el huevo.

En una sartén grande al fuego, ponemos un poquito de aceite y añadimos la cebolla picada. Le ponemos sal, y en cuanto se empiece a hacer transparente la reservamos.

A continuación, en la misma sartén y con suficiente aceite sofreímos los dientes de ajo retirándolos una vez se doren y en ese aceite freímos las espinacas removiéndolas a menudo para no tener que añadir más aceite ya que la espinaca lo absorberá.

Salamos y removemos hasta que las espinacas se reduzcan por lo menos a la mitad de su tamaño original. Cuando estén hechas abrimos un circulo en el centro y echamos un poquito de aceite para dorar los piñones.

Seguidamente, añadimos el atún escurrido de aceite y la cebolla frita y removemos bien  para mezclar. Ya se puede apagar el fuego.

Emplatamos la mezcla y picamos encima el huevo duro.

Encendemos el horno a  200 grados.


Nos ponemos a hacer las empanadas. Cogemos una de las bolas y la aplastamos entre dos trozos de papel de cocina o de bolsa de plástico  disponiendo el relleno encima con una cuchara y cerrando la empanada doblando el papel sobre si mismo.

Retocamos los bordes y empostamos en la lata. Una vez tengamos hechas las empanadas, las pintamos con huevo batido.

Introducimos la lata en el horno precalentado y bajamos la temperatura a 180 grados, con calor arriba y abajo, y si se tiene también con la posición de ventilador.






En unos 20 minutos estarán  hechas. Cuando las saquemos del horno, las plantamos verticalmente una sobre otra para que no se queden blandas por abajo.



Y cuando se enfríen  podemos acompañarlas de una cerveza bien fría, como esta suave rubia de Amstel.

La nueva Amstel Pulse, rubia, helada y suave









7 comentarios:

  1. Puedo confirmar que estas empanadillas están, mejor dicho, estaban muy buenas. Me quedé con ganas de comer más. Me llevo la receta y tus trucos.
    Una bonita entrada, emotiva como cuando te pones a recrear tus recuerdos panaderos. Estoy segura de que a Bego le gustará mucho.
    Besitos.

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    1. Señoras y señoritas, si mi mentora y maestra bloguera dicen que estaban muy buenas es que estaban muy buenas , Marisa haremos una merienda de empanadas!! y gracias a Bego he recordado una receta de mi madre. Besosssss..

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  2. Fernandooooo¡¡¡¡ Ese secreto culinario que tenemos tu y yo, debemos llevarlo a la práctica, así que ya sabes vamos a ponernos en marcha¡¡¡ En cuanto al detalle que has tenido buceando en mis empanadas, sabiendo tu profesionalidad, me llena de orgullo que hayas versionado mi empanada, y qué decir de la tradición familiar de ambos. La que has contado de tu familia me ha encantado, y es que me tira mucho, pues todos en la actualidad tiramos de éste tipo de recetas salpicada con recuerdos familiares. Pues ya estoy esperando a la próxima quedada para continuar hablando de lo que más nos gusta y sobre todo para llevarlo a la práctica. Un besazo y mil gracias amigo¡¡¡

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  3. Hola Fer,
    Que receta mas buena, esta es de esas empanadillas que siempre que voy a una panadería la pido, es de las que mas me gustan. A Bego le va a encantar tu receta, y ¿a quien no? es una receta de esas del cuaderno de nuestras madres, de esas recetas que no se deben perder.
    Enhorabuena!
    Besos y abrazos.

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  4. Las empanadillas de espinacas son mis preferidas, me encanta que las hayas elegido y tengo que decirte que las has bordado.

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  5. Fernando que me quedé con ganas de conocerte en la última quedada. A ver si la próxima puede ser. Tu versión es estupenda. Me la guardo porque tengo que hacerla si o si. Dan ganas de darle bocados a la pantalla.

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  6. Hola Fer!!!

    Como te cuidas campeón!, menudas empanadillas ricas te has marcado, ya pongo yo la cervecita.... o tinto con gaseosa... jajajajaja
    besotes!

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Bienvenidos a "Los bocadillos de Fernando y algo más". Me inicio en este mundo de los blogs y espero poco a poco ir aprendiendo.
Agradezco vuestras visitas y comentarios. Un saludo. Fernando.